La fibra de carbono en el sector automotriz

Los materiales

Las evoluciones de la fibra de carbono

El uso de la fibra de carbono en el sector automotriz comenzó a ganar terreno a principios de los años 80 en el campo de las competiciones. Muchas personas recordarán el legendario McLaren MP4 de Fórmula 1, diseñado por John Barnard, que fue el primer automóvil de Fórmula 1 en utilizar un chasis de fibra de carbono. Este vehículo ganó numerosos campeonatos mundiales con pilotos de la talla de Niki Lauda, Alain Prost y el fallecido Ayrton Senna.

Hasta ese momento, la fibra de carbono se había utilizado principalmente en proyectos aeronáuticos y aeroespaciales. Sin embargo, en los últimos 40 años, gracias a sus excepcionales características técnicas y mecánicas, ha visto un aumento exponencial en su uso en varios sectores, incluyendo el automotriz, el náutico y el deportivo.

Desde los coches de Fórmula 1 hasta los supercars más exclusivos, desde las modernas embarcaciones de la Copa América hasta los equipos deportivos utilizados en el golf, el tenis y el esquí, la fibra de carbono ha sustituido progresivamente a materiales tradicionales como la madera y el aluminio, convirtiéndose en un elemento esencial en la realización de componentes cada vez más eficientes desde el punto de vista tecnológico.

Las fibras de carbono presentan características que han contribuido de manera significativa a su éxito, haciéndolas insustituibles en múltiples ámbitos.

Con un módulo elástico a compresión elevadísimo, comparable al del acero, una altísima resistencia a la fatiga en ciclos repetidos y una estabilidad en el tiempo inalterada, así como una densidad específica muy baja, la fibra de carbono ha permitido una reducción significativa del peso de los artefactos y la posibilidad de orientar las fibras según los ejes de esfuerzo y modularidad de las estructuras.